miércoles, 14 de mayo de 2008

Con la venia “socialista” se desvanece el estado de bienestar francés

El levantamiento de la huelga de los transportistas en Francia, bajo el argumento de dar inicio a un proceso de negociación de las reformas de los llamados “régimes spéciaux”, con las cuales el gobierno de Sarkozy, además de asestar un duro golpe a los trabajadores de las líneas de trenes abre la puerta que se requiere para un cúmulo de transformaciones como el recorte del tamaño del Estado y de los servicios sociales que en general favorecen a las clases más reprimidas.
Sobre los últimos acontecimientos en la ciudad Luz podríamos dilucidar algunos elementos que sin dificultad permiten prever el destino francés que de alguna forma se anunciaba llegar. Por un lado, hay que reconocer que los trabajadores declararon la huelga con justas demandas para detener el intento de reforma a la legislación que protege los derechos de jubilación, que beneficia principalmente a este sector; sin embargo, la huelga coincidió con momentos en los cuales se producía una gran movilización estudiantil protagonizada por los jóvenes de los sectores más reprimidos de la sociedad parisina.
Podríamos pensar que estos actos son concomitantes con las medidas que está llevando a cabo Sarkozy y con el temor inminente al desmantelamiento total del estado de bienestar francés, pero si podemos llegar a esa conclusión, no es menos posible pensar que la huelga y su culminación fue producto de una estrategia gubernamental en la cual incluso participaron los líderes de La Ligue Communiste Révolutionnaire LCR para detener las violentas manifestaciones ¿cómo podría explicarse entonces, que de pronto bajo la influencia de la LCR los trabajadores, sin conquista de naturaleza alguna, hayan decidido deponer la huelga a sabiendas de la inflexible posición gubernamental?
La lucha de los jóvenes de los suburbios parisinos y los trabajadores, es una lucha solitaria, con penas y sin glorias, ante la parsimoniosa mirada de la unión de trabajadores y de los partidos socialistas y comunistas franceses. Sin la ayuda de las supuestas fuerzas de izquierda aglutinadas y organizadas para defender los derechos adquiridos por los trabajadores, asistiremos al funeral del superviviente estado de bienestar francés y a la consolidación de un imperio capitalista sin precedentes.
Por. Melania Noemí Carrión. (Artículo publicado en Diario La Hora. noviembre de 2007)
ncarrion@flacso.org.ec

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