domingo, 11 de mayo de 2008

Rompiendo lazos de dependencia… algo que parecía ser amor.

El intitulado de este artículo puede sonarle mi estimado lector como la introducción a un análisis, no de mis acostumbrados en el ámbito de las relaciones internacionales, sino a un artículo más bien de relaciones sentimentales.
Talvez le decepcione, estas líneas no hacen alusión a un sentimiento de pareja, pero se refiere a sensaciones muy similares que en relaciones no sanas puede apreciarse: dependencia, necesidad del otro aún cuando sabemos que no nos hace bien, cuando sus manifestaciones han sido de displicencia, de cinismo, de aparente lealtad, de falso aprecio; pero si alguna vez, usted tuvo ese sentimiento podrá advertir que como dice la máxima popular ¡no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista! Por más grande que sea el engaño y esa dependencia, llega el momento de romper las cadenas.
Si todos los países sudamericanos aún no se han liberado de ese falso afecto, señales indican que ya no soy los ilusos enamorados del prestamismo internacional con forma de ayuda al desarrollo que se vendió como la mano que los auxiliaba. América Latina parece haber pasado el momento más oscuro y muestra predisposición a recibir el amanecer.
No es sencillo, como en esas relaciones malsanas el proceso es lento, pero cuando el iluso ya ha advertido la crueldad del falso dador y en particular racionaliza que lo que se vendía como alternativa única, en realidad nunca lo fue, los lazos de la dependencia se empiezan a romper dando lugar a una suerte de desprecio. Latinoamérica parece estar diciendo a los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial: ¡Goodbye! ¡No more!
El encantamiento no dura para siempre, la crisis por la que atraviesan el BM y el FMI y la posibilidad de encontrar competencia en una Nueva Arquitectura Financiera Regional Sur-Sur que cada vez parece más cercana en el Banco del Sur y el Fondo del Sur, es una bofetada a las contradicciones tanto estructurales como coyunturales que ya tocaron fondo. ¡Como el mal amor, pronto el BM y FMI verán a otro ocupando su lugar!
Por. Melania Noemí Carrión (Artículo publicado en "Diario La Hora"- mayo de 2007)
mcarrion@uasb.edu.ec

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