miércoles, 14 de mayo de 2008

México: Un ejercicio electoral con sombra de duda.

“La certeza es la clara, segura y firme convicción de la verdad; la ausencia de duda sobre un hecho o cosa”
Guillermo Cabanellas
No pocos coincidimos con aquello de que la democracia es un régimen político en el que la soberanía reside en el pueblo y que el deseo de la mayoría es una regla para la minoría. Sin embargo, para asentir que un proceso a más de electoral es democrático deberá existir la certeza de que el deseo del pueblo, ha sido interpretado y comunicado de manera transparente.
Las elecciones presidenciales en México han dejado una estela de duda que ni la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) podrá despejar. No cabe duda para quienes hemos seguido de cerca cada hecho y pronunciamiento, que el proceso estuvo y está viciado de varias irregularidades, así lo ha indicado el IFE y el TEPJF, sin embargo, resulta interesante la resolución que señala que las irregularidades detectadas en el 9% de las 130.477 casillas electorales, no sugieren que haya motivo de nulidad y menos aún que exista una variación en la apócrifa ventaja obtenida por el candidato del PAN
El resultado, ya oficial de las elecciones, enlaza algunos aspectos que deberá considerarse en el futuro inmediato. Por un lado, se tendrá que reflexionar que un resultado tan reñido y oscuro le quita legitimidad al futuro gobierno, más aún si no cuenta con una mayoría absoluta en el senado ni en la cámara baja; y, en segundo lugar, no debe desdeñarse la amenaza de Obrador en el sentido de instaurar un gobierno paralelo para cuyo propósito cuenta con un gran apoyo popular, en especial de las masas más desposeídas y de los grupos subversivos que no permitirán se atente contra el pueblo.
Este proceso electoral, carece de la legitimidad que requiere un ejercicio democrático, es más, sugiere la necesidad de que el sistema electoral Mexicano considere como en la gran mayoría de países de la Región, la posibilidad de una segunda vuelta, la que si bien significa mayores costos, otorga mayor gobernabilidad y confianza. Por último, ojalá que la dinámica de las bolsas de valores de México y EUA que se dio ante la posibilidad de que un izquierdista llegue al poder, no haya tenido nada que ver con el resultado proclamado.
POR: MELANIA NOEMÍ CARRIÓN G. (Artículo publicado en "Diario La Hora"- septiembre de 2006)

No hay comentarios.: