Preeminencia realista en el Sistema Internacional Contemporáneo

La interpretación de los fenómenos en las relaciones internacionales, puede hacerse desde diversos enfoques, pero sin duda, la columbra vertebral se circunscribe a tres inclinaciones teóricas: El realismo, el liberalismo y el marxismo.
El realismo que incluye el linaje de intelectuales como Tucídides, Maquiavelo, Hobbes, Morgenthau y Waltz ha sido la práctica dominante, pero ha demostrado ineficiencia al explicar la problemática multidimensional de las relaciones internacionales. Esta es la fortaleza del liberalismo, incluir en el análisis categorías útiles que explican de manera más amplia, por ejemplo, el rol de los intereses económicos. Por su parte, el marxismo, tiene como primigenio propósito dar respuesta a las mismas inquietudes destacando el papel de las asimetrías y las relaciones de subordinación.
Las pandemias, la cooperación Sur-Sur, las relaciones económicas, son algunos de los temas que pueden ser sobriamente explicados a través del liberalismo y el marxismo. Pero cuando pretendemos dar respuesta a relaciones basadas en el poder militar y la supremacía del interés nacional en la definición de la política exterior de países como Estados Unidos, probablemente el realismo sea la corriente más útil.
El realismo tiene como preocupación central la guerra y la paz, en consecuencia, la seguridad nacional y, gira en torno a varias hipótesis: la política internacional es anárquica, no existe una autoridad única central; el estado constituye la unidad política más importante, esto no significa que se excluya a otros actores; supone que los estados pueden identificar sus intereses y objetivos; sostiene que el sistema internacional basado en la acumulación de capacidades determina el comportamiento del estado; y, ningún estado está exento de su lucha por la supervivencia.
Con esta breve explicación, los acontecimientos en Líbano, las acciones de EUA en Irak y Afganistán, la reacción iraní ante las presiones del Consejo de Seguridad, estarían sugiriendo la preeminencia realista en el sistema internacional, pues temas que se pueden expresar a través del liberalismo y el marxismo, son simplemente preocupaciones anexas, no prioritarias, en contrario sensu del ideal que se espera.
Por. Melania Noemí Carrión G. (Artículo publicado en "Diario La Hora"- septiembre de 2006)