miércoles, 14 de mayo de 2008

El agua convertida en una mercancía más

A propósito de la celebración del día internacional del agua Naciones Unidas y la FAO advirtieron de la necesidad de “afrontar la escasez de agua”, una advertencia que conmina a los gobiernos del mundo a definir estrategias de aprovechamientos sustentable del recurso.
Un informe de NU señala que para el año 2025, aproximadamente el 60% de la población mundial será afectada por la escasez del líquido vital, sin embargo, no se ha realizado la reflexión que en este tema es imperativa e impostergable: el agua se ha convertido en una mercancía más.
En efecto, el recurso natural “no renovable” considerado en la mayor parte de país como un bien público no susceptible de enajenación ni prescripción, pretende ser convertido y con la venia de instancias multilaterales como la OMC en una mercancía más; incluso en el caso de los países en vías de desarrollo, es asumido por las grandes empresas transnacionales como uno de los commodities (materia prima) que se explotan y exportan sin valor agregado para que las empresas ampliamente industrializadas los procesen y regresen a los países de origen en forma de productos de consumo masivo y a precios que superan en demasía los costos.
Como advierten Keohane y Nye, las actuales relaciones internacionales ya no responden a conflictos originados exclusivamente en problemas limítrofes y de territorio, sino a pugnas por recursos primariamente energéticos; pero en el futuro, los recursos energéticos talvez pasen a un segundo plano porque llegará el momento en que el mundo no solo requiera movilizar maquinaria o la industria automotriz, sino sobrevivir.
La naturaleza está desgastada, la intensificación de guerras por recursos naturales como el aguda se avecina, una manifestación de ello es Cochabamba, en donde las empresas transnacionales ya hicieron del agua una mercancía. Actualmente 1.100 millones de personas carecen de acceso al agua potable y aproximadamente 2.400 millones no gozan de adecuado saneamiento lo que deviene en problemas sociales como malnutrición, desnutrición y mortalidad.
Conmemorar el día del agua, incita reflexionar sobre mecanismos que impidan que el recurso sea un commoditie más; caso contrario, como se teme, las generaciones venideras heredarán el caos que hemos provocado.
Melania Noemí Carrión (Artículo publicado en "Diario La Hora", marzo de 2007)
mcarrion@uasb.edu.ec

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