miércoles, 14 de mayo de 2008

Demanda ecuatoriana contra Colombia

El informe titulado “El sistema de aspersiones aéreas del Plan Colombia y sus impactos sobre el ecosistema y la salud en la frontera ecuatoriana” elaborado por la Comisión Científica ecuatoriana, ha permitido que el gobierno nacional considere la interposición de una demanda contra Colombia en el marco de La Haya.
Este informe realizado bajo criterios y fundamentos científicos demuestra que las aspersiones aéreas con glifosato en el marco de la aplicación del Plan Colombia tienen efectos altamente nocivos en la salud de plantas, animales y seres humanos. Una vez más, el argumento empleado por los defensores de las aspersiones ha sido devastado, se comprueba que Monsanto, la empresa farmacéutica norteamericana productora del Roundup que tiene como componente activo el glifosato, N-(fosfonometil) glicida herbicida de amplio espectro, no selectivo, que se aplica en paquete con otros componentes peligrosos como POEA y Cosmo Flux 411F, ha sido demandada y sancionada en otros países como Francia y Estados Unidos por alterar estudios científicos y ocultar información que devela características sospechosas de sus productos herbicidas.
Pese a las indefectibles pruebas con las que cuenta el gobierno ecuatoriano, puede darse por hecho que la parte colombiana basará su defensa en el argumento de que no existe aún un acuerdo científico-académico respecto a la nocividad del glifosato, esto posible gracias a estudios auspiciados por Monsanto. Por supuesto, que en muchos temas la comunidad académica requiere un consenso, sin embargo, cuando se trata de la vida de las personas y su seguridad alimentaria no se puede acudir a argumentos de tal naturaleza; es un derecho y deber de los Estados ampararse en el “principio de precaución” incorporado al Derecho Internacional a través de instrumentos como el Capítulo Mundial de la Naturaleza; el Protocolo de Montreal sobre la Erosión de la Capa de Ozono; la Declaración Económica de la Cumbre de Naciones Industrializadas; las recomendaciones de La Haya sobre Derecho Internacional; el Convenio sobre Diversidad Biológica; la Declaración de Río de Janeiro sobre Ambiente y Desarrollo, entre otros.
La demanda no puede esperar más, las trabas burocráticas deben ser superadas de inmediato en procura de una pronta solución en la arena del derecho internacional público.
Por. Melania Noemí Carrión. (Artículo publicado en Diario La Hora, noviembre de 2007)
ncarrion@flacso.org.ec

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